La Tierra
La Tierra.-
Desde el fenómeno del big bang hasta la aparición de nuestro sistema planetario, es decir el Sistema Solar, trascurrieron millones de años. Como fruto de toda esa evolución material se formó nuestro planeta, y en él, durante la mayor parte de su desarrollo se dieron reacciones químicas y físicas puramente inorgánicas. Hasta que se dio un particular suceso. En una de esas tantas combinaciones se comenzó a generar el enlace del carbono, es decir la química orgánica y dentro de ella la vida. Sucedió hace unos tres mil ochocientos millones de años. La primera expresión de vida fue unicelular, seres que no podían distinguirse aún si eran vegetales o animales. Lo que sí es claro es que luego, al aparecer la vida pluricelular, ésta fue primero vegetal. Los vegetales pulularon primero en la hidrósfera, es decir en océanos, mares, ríos, lagos, lagunas, acequias, charcos, etcétera, para luego pasar a la parte seca de la Tierra. Posteriormente la evolución deviene en un estadío intermedio entre vegetal y animal, luego la vida animal acuática y terrestre, primero como bacterias, a fines de la Era Precámbrica, hasta llegar al hombre en la Cuaternaria.
La explicación de este fenómeno evolutivo apareció por primera vez el 22 de noviembre de 1859 de la pluma de Charles Darwin, en el libro titulado “El origen de las especies a través de la selección natural”, en el cual éste planteó el concepto de evolución de las especies a través de la selección natural y la lucha por la existencia. Según su teoría, el individuo mejor dotado sobrevivía y el más débil perecía. Pretendió dar una explicación humana a la creación, generando no menos de un enfrentamiento con los partidarios de la creación explicada en el Génesis.
“La idea general de la selección natural es que los descendientes de un organismo heredan aleatoriamente algunos rasgos de éste. Los rasgos que permitiesen la supervivencia del organismo seguirían reproduciéndose en sus descendientes, mientras que los que no lo hicieran tenderían a desaparecer. En última instancia, los cambios del entorno natural seleccionarían a los rasgos exitosos para la supervivencia, que se acumularían a través de generaciones y producirían los cambios evolutivos. Así no habrían cambios esenciales en las especies, pues estas irían mutando a través del tiempo, adaptándose a diferentes características del medio físico y generando, en plazos suficientemente largos, transformaciones radicales.”
Según Darwin existen cuatro mecanismos básicos de la evolución:
a.- Competencia.
b.- Mutación.
c.- Migración.
d.- Flujo genético.
La competencia entre individuos de la misma especie para usar de la naturaleza que le rodea, hace que los menos preparados físicamente cedan ante el ímpetu de los mejores favorecidos. En este mecanismo no interesa la capacidad cerebral sino más bien la condición somática. En el caso de los proboscidios los mastodontes y los mamuts desaparecieron cuando cambiaron los factores climáticos al final de la última era del hielo pues sus cuerpos no estaban preparados para soportar el aumento de temperatura. En cambio los elefantes sí lo estaban, por ello se mantuvieron sobre la faz de la Tierra.
Otra es la mutación de los genes. Individuos sin cola que aparecen en una comunidad de primates con cola. Ello con el tiempo hizo la diferencia entre simios y humanos.
La migración que genera la combinación de individuos de la población autóctona con la migrante. Es el caso del europeo que se unió al quechua generando al cholo.
Finalmente el flujo genético que influye en la reproducción de los individuos. De padres uno de ojos verdes y otro de ojos negros pueden resultar tres vástagos con ojos negros y uno con ojo verde, o los cuatro con ojos marrones.
“El pensamiento de Darwin trascendió el ámbito de las ciencias naturales y caló profundamente en la interpretación de la historia, de la filosofía y la sociología, generando, no pocas veces, peligrosos desvíos o, mejor dicho, subproductos, tales como la eugenesia, el racismo y más recientemente una visión reduccionista y carente de sentido moral de la naturaleza humana.”
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